Tus psicólogas en San Blas

Las rupturas sentimentales o problemas en la pareja pueden afectarnos en muchas áreas de nuestra vida y nuestro estado psicológico y anímico. Por ejemplo, pueden afectar a nuestro autoestima, debilitándolo. También podrán generar tristeza, ansiedad e incluso pueden desembocar en un estado de depresión más o menos intenso. Además, es importante sanar las heridas antes de comenzar con una nueva pareja para poder crear relaciones sentimentales basadas en la confianza, sin celos ni dependencias y que resulten sanas para todas las personas implicadas. Nuestras psicólogas pueden ayudarte en este proceso de duelo, autoconocimiento y mejora de tu bienestar.

¿Eres muy indeciso/a? ¿No te valoras? ¿Sientes miedo a lo nuevo? ¿Crees constantemente que no puedes, que no lo vas a conseguir? ¿Tienes mucho miedo al qué dirán? Todos estos pueden ser signos de una baja autoestima.

Lo primero que debemos de comprender sobre la autoestima es que no es algo estable o constante. Es una valoración subjetiva que hacemos de nosotros mismos, según las situaciones por las que pasamos y la interpretación que hacemos de ellas. Por tanto, esta percepción puede cambiar a lo largo del tiempo y de los distintos momentos de la vida.

En ocasiones podemos sentir que tenemos una baja autoestima, y para trabajarla habrá que hacerlo en diferentes dimensiones. El autoconocimiento, el autoconcepto, la autoevaluación, la autoaceptación y el autorrespeto son las piezas que componen el puzle de la autoestima y que nuestras psicólogas te ayudarán a trabajar.

Las personas podemos desarrollar miedos intensos como la agorafobia (miedo a los espacios abiertos), fobia a los animales, a las inyecciones, etc. Estas fobias se clasifican dentro de los trastornos de ansiedad y, cuando afectan a nuestra vida diaria, es importante acudir a un especialista.

Algunas de las fobias más comunes son la agorafobia (miedo a los lugares públicos), la claustrofobia (temor a los espacios cerrados), acrofobia (fobia a las alturas) o la fobia social, de la que hablábamos también en apartados anteriores como un tipo de ansiedad.

Las emociones juegan un papel muy importante en nuestro día a día, y por ello la Inteligencia Emocional es clave para afrontar todo tipo de retos y situaciones. La inteligencia emocional no solo afecta en el ámbito privado, sino que puede influir en gran medida en los estudios, la carrera profesional y el éxito de la persona en general. Pero, sobre todo, influye en tu bienestar. Para definir la Inteligencia Emocional deberíamos de tener en cuenta aspectos como el autoconocimiento y el autocontrol, la empatía o las habilidades sociales. Es decir, nuestras emociones tanto hacia dentro como hacia fuera. Y lo mejor de este tipo de inteligencia es que puede trabajarse y mejorarse, algo en lo que nuestras psicólogas podrán guiarte y asesorarte.

¿Te has pasado la noche mirando al techo sin poder dormir? ¿Te cuesta conciliar el sueño y eso hace que te sientas muy cansado durante el día? Estos problemas de sueño en muchas ocasiones pueden estar causados por el estrés, la ansiedad o las preocupaciones del día a día. Cuando los problemas de sueño (o insomnio) se convierten en algo habitual, es importante detectar el origen y ponerle solución para que no afecte a nuestra vida normal. Nuestras psicólogas pueden ayudarte a manejar tus emociones y las distintas situaciones diarias para recuperar tus horas de sueño y tu bienestar emocional.

¿Sabías que tus emociones pueden afectarte también de manera física? Este proceso se llama somatización y puede llegar a producir dolor muscular, dolores de espalda, colon irritable, gastritis, bruxismo, problemas en la piel, cistitis, etc. ¿Has escuchado alguna vez la expresión “me va a salir una úlcera” en momentos de estrés o nervios? Pues nada más lejos de la realidad. Nuestra salud física y emocional van de la mano, por lo que es muy importante cuidar ambas para sentirnos bien.